Hoy os mostramos paso a paso cómo elaborar una crema altamente nutritiva, protectora y reparadora de las 3 capas superiores de la piel.
Dermatológicamente testada en nosotr@s mismas.
Nutricionalmente muy aconsejada para el desayuno, la comida, la cena o el aperitvo. Regeneradora de la flora intestinal y protectora de estómago y antioxidante.
Ingredientes:
Ahora
cortamos los bordes de la hoja, que tienen pequeñas puntas. De un lado y otro de la hoja.
Podemos ayudarnos de un cuchillo o mejor de la mano, levantamos la piel de la hoja desde su base, tratando de levantar sólo la piel, y dejando la pulpa de la planta en su lugar.
Cuando hayamos levantado bien una de las pieles de la hoja, comenzaremos a extraer la pulpa. Se puede extraer o bien con el cuchillo, rascando suavemente...
O bien rascando con las uñas, que puede ser más cómodo .
Una vez nos hemos hecho con toda la pulpa de las hojas, lo metemos en un recipiente de plástico.
Partimos un poco de limón.
con medio limón bastará para las cantidades que vamos a utilizar, que será además de su aporte, nuestro conservante natural para la crema/mermelada.
Lo exprimimos a mano, asegurándonos que no caigan pepitas.
Ya sólo nos queda por añadir el Aceite de Oliva, si lo tenemos Virgen Extra mejor que mejor, aunque también podemos utilizar otro.
Añadiremos la misma parte de aceite de oliva que de pulpa hayamos conseguido.
Una vez tenemos todos los ingredientes en el recipiente, es el momento de batirlos bien.
Este será el aspecto de nuestra crema cuando hayamos batido bien la mezcla, asegurándonos que no queden grumos y que sea lo más uniforme que se pueda.
En la botella de plástico( preferiblemente de agua embotellada que ya vienen esterilizadas) echamos nuestra crema/mermelada. También podemos utilizar un recipiente de vidrio o cristal, pero nos tendremos que asegurar que la tapa no sea de metal, al igual que hicimos con el
Kéfir
¡Ya tenemos nuestra crema hidratante y mermelada revitalizantes desinteresadas!
Os sorprenderán sus resultados.
La crema de la eterna juventud, para estar siempre tan jóvenes como la Gioconda
